Así es, toda historia tiene su comienzo. Era junio del año 2010, despedíamos a un ser querido en Asturias, algo repentino. Uno de esos pocos momentos en que se consiguen reunir esas personas que son parte de ti, varios grados de familia separada por muchos kilómetros, que se ven de tarde en tarde, pero que en el fondo están juntas siempre. Allí estaba un primo, dedicado a la hostelería desde que tengo memoria, fue él quien nos dijo que teníamos que ir a donde estaban ahora trabajando. Sabe de nuestro gusto y amor por Asturias. Allí escapamos en vacaciones y puentes.
