Fue Constantino, descendiente del Emperador de Constantinopla del mismo nombre, que luchó junto al Rey don Ramiro I en la guerra contra los moros en Toledo y Zaragoza en el año 846. Cayó el Rey de su caballo en la batalla y Constantino le grito is quiros, en su lengua griega que significa tente fuerte. Constantino le cedió sus armas y su caballo salvándole la vida. El Rey reconoció abiertamente este hecho con la siguiente frase: Después de Dios a Quirós; indicando que después de Dios quién hizo que estuviera vivo fue Constantino al que le quedó como apellido aquella palabra que gritó al Rey.
El fuego
Repoblando Quirós
Me han pasado esta información en la que aparecen dos parejas jóvenes en Muriellos Cimero, repoblando y recuperando el lugar, a partir del minuto 11:15
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