La gente mayor lo recordará, cuando ellos mismos eran los se que cuidaban de los incendios, con una guadaña en sus manos, desbrozaban montes completos de malas hierbas al igual que los caminos dejados de la mano de dios.
¿Qué tenemos ahora? Amplias zonas despobladas, siempre antes las más agrestes e incomunicadas, administraciones que no permiten las quemas controladas. ¿Y ahora que queremos?
A estas alturas confío más en la Naturaleza que en el hombre. Y hoy no me ha fallado.
Contra el fuego el hielo.
A estas alturas confío más en la Naturaleza que en el hombre. Y hoy no me ha fallado.
Alto de la Cobertoria nevado |
Contra el fuego el hielo.
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